La gran masa se deja llevar por la desesperación, están cansados de la misma clase política, quieren un cambio y eligen a un nuevo sin importarle lo que vendrá después como una reacción de desaprobación a los gobernantes salientes. Este fenómeno se repite con cada elección. En el Perú la gran masa ignorante votó por Alan García en 1980, un joven político con gran carisma y aires egocentristas que llevó por primera vez al partido Aprista después de 80 años de intentona por llegar al poder. Lo que siguió fue un desastre y terminamos con una hiperinflación en toda la historia del país, luego esa misma masa de gente ilusa le dio el voto al delincuente Alberto Fujimori que llevó al Perú al nivel mas alto de corrupción que hasta ahora teje sus hilos con la sinvergüenza Dina Boluarte. El resentimiento es la causante de la caída de una gran nación.