 Calaverita a Dina Boluarte
 Calaverita a Dina Boluarte 
En Palacio la Catrina,
tocó fuerte la balcona:
—Dina, guarda tus Rolex, niña,
¡ya te llegó tu hora ladrona!
Con tres por ciento de apoyo,
ni el Congreso la salvó,
la Muerte, viendo el embrollo,
por “incapaz” la vacó.
—No mientas más, Pinochita,
ni hables de tu operación,
que ni el bisturí te quita
la mancha de corrupción.
Pedro (Castillo) desde su celda
rió con gran satisfacción:
—Traicionera y mentirosa,
¡te espera la procesión!
Y así la flaca se fue riendo,
con su urna y su dossier,
—Dina, por andar mintiendo,
¡con Fujimori vas a arder!
