Un Mensaje para Doña Calaverita.
La flaca paseaba
Y todo examinaba,
Buscando sin cesar
Almas que llevar.
Pidió llevar a Lilli,
Ella la saludo
Tienes permiso de Dios? Le preguntó,
Si es así vámonos, que ansiosa estoy
De ver a mi buen Señor.
No temo al castigo,
Al infierno y sus torturas
Eterno suplicio.
Fui mala y perversa,
Digna soy,de merecer esa recompensa.
Más por gracia inmerecida,
Perdonada fuí,
Tú, muerte,
Te llevaste a Jesús,
lo recuerdas?
Oh, sí, dijo doña Calavera,
fue un día de júbilo, pensé erróneamente...
Luego el muy audaz,
Me dejó al tercer día...
Cómo lo podría olvidar?
Así pues, dijo Lilli, esa muerte,
Me liberó de mi propia muerte.
Él nunca fue perverso.
Nunca hizo daño,
Pero murió
Como si fuera un sicario
Castigado y juzgado,
Condenado y burlado.
Y al tercer día, resucitado.
Por fe, yo creo, todo eso...
No lo ví, pero lo creo.
Tú lo viste y lo sabes,
Oh Muerte de antaño,
Tengo acceso a la vida
Vida eterna,
Tócame, pues ya!
Qué esperas?
No ves, que anhelo ya,
Al fin disfrutar
De mi Padre Celestial?
Bueno, no, dijo la parca,
Solo quise intentar,
Si un camión, te podía arrollar xD
Nada personal, soy la muerte, nada más.
Ok, doña Calaca, venga con permiso,
Y yo la recibiré de buen grado,
Que tú y yo conocemos al dueño,
De todo el universo,
Que sin su permisito,
No damos ni un pasito.
No te temo, ni me escabullo,
Te recibo de buen agrado,
Porque se adónde iré,
Y lo que solo tú puedes hacer.
Tocaras mi corazón
este cesará su ritmo,
Pero mi espíritu no lo tocarás,
Pues no tienes permiso.
Dios es mi dueño, él me llevará,
A su santa morada,
A descansar,
Mi trabajo cesará,
Mi voz cantará,
De júbilo se regocijará,
Al ver su presencia .
Muerte, muerte!
Tú fin llegará,
Recuerda la Palabra,
Pues Dios mismo, será tu muerte!!!
Tú garra no alzaras más
Tú nombre será olvidado
Pues escrito está,
Apocalipsis 21:3-5
Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está el santuario de Dios! Él habitará en medio de ellos y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».
La muerte, pobre calaca sin dientes ,
Se fue triste, pues recordó su final,
Miró a Lilli, con enojo,
Ya verás, dijo, un día me pertenecerás
y ese día morirás!
Sí, dijo Lilli,
Pero solo un segundo, nada más,
Porque los ángeles, me escoltarán,
Con Jesús me llevarán,
Ya sé que me quieres llevar allá,
Con el patas de cabra,
Pero te quedarás con las ganas,
Calaca triste, pobre final,
la parca , espera su sentencia judicial.
