Qué Dios te dé benevolencia y paciencia. La belleza se acaba, el vigor sexual mengua con los años, y lo que queda es la decisión de seguir adelante, por fe, en Dios , por temor de él, y por bondad a tu pareja. Si no hay Dios...una se puede hartar y meterse con un suculento jovencito, porque el esposo, ya no el mismo de ayer...o él esposo puede hacer lo mismo con una.