Es curioso pero cuando empecé a ser cristiana ,los recuerdos ya no tuvieron poder sobre mí o peso sobre mí.
Sé lo que viví, pero todos los días de mi vida ,no ando pensando en eso, sí lo vuelvo a recordar cuando tengo que predicar y dar un testimonio de mi vida pasada, pero en mi día a día, no ando pensando en todas las cosas malas que viví, en las personas malas que conocí.
Es extraño pero así vivo.
Y no puedo hacer nada con los pensamientos de otras personas, los recuerdos de otras personas .