A veces pienso que soy un cínico, un provocador, un egoísta, pendenciero, rebelde sin causa, un procrastinador consumado, un lumpen, un paria para la sociedad. Y otras veces me siento una pequeña mierda ante la mirada de un profesional, de alguien con más cultura, alguien más sabio, de alguien que superó un c@ncer fulminante, de alguien que leyó a Mircea Cărtărescu y pudo interpretar su literatura, sambuyirse en esos mundos oniricos que tan bien plasma en sus novelas, ante esas personas y en esos momentos siento que si me quitás toda la arrogancia y los miedos que se esconden en mí no soy más que un pobre tipo buscando un lugarcito en este miserable mundo.