Ayer al comprar pan le di aviso a la vendedora que había un billete de S/10 en la ventanilla. Claro que le dije que no era mío, y le noté preocupada pues debió ser un vuelto de alguien que llegó antes que yo y no lo recogió. Tuvo suerte que no llegase alguien que tome el billete o dijera que es suyo.