Hola
Supongo que alguien se inventaría un personaje cuando ––por la razón que sea–– le resulta más cómodo escribir desde una máscara que enfrentarse al espejo. A veces se hace para jugar, a veces para explorar facetas que en la vida diaria no encuentra espacio, y otras tantas para deslizar insinuaciones sin hacerse cargo de ellas.
El riesgo empieza cuando esa máscara deja de ser un recurso creativo y se convierte en un escudo para entrometerse en la reputación ajena: ahí ya no hablamos de entretenimiento, sino de conveniencia. Después de todo, cualquier historia alternativa puede parecer muy divertida… siempre y cuando no se cuente usando el nombre de otra persona.
Saludos