Reconozco que hay pocas ocasiones en que a uno le hace bien estar solo pero únicamente de manera momentánea, por naturaleza somos gregarios y permanecer mucho tiempo aislado no es posible (aún y cuando hay quienes se dicen ser amamtes de la soledad), desde que nacemos hasta que morimos somos dependientes de la compañía de alguien para nuestro sano y completo desarrollo.