Un aspecto que a muchas personas no les preocupa pero que realmente debería ser motivo de atención es la creciente crisis de salud mental y el vacío existencial en la sociedad moderna. A pesar de los avances tecnológicos y el aparente progreso, la soledad, la ansiedad, la depresión y el estrés están en aumento, afectando la calidad de vida de millones. Este fenómeno está relacionado con la desconexión de la naturaleza, la dependencia excesiva de la tecnología, el consumismo y el individualismo que caracterizan la vida contemporánea, la obsesión por la productividad y la validación en redes sociales contribuyen a un estado constante de distracción y vacío emocional, que muchas veces pasa desapercibido o es subestimado por la mayoría.