No necesriamente se debe "ir" alguien para derramar el llanto, puedes llorar de felicidad por compartir un logro o una tristeza de la pareja, de impotencia por algún malentendido que requiere ser resuelto, por añorar de nuevo un reencuentro, quizás por no poder estar junto a ésa persona especial o quizás por la ilusión de alguna vez llegar a estarlo