Yo hace tiempo iba, pero como hablo fuerte, el padre Chavita siempre me pedia que leyera la segunda lectura, y me daban muchos nervios, cuando murió el padre deje de ir todos los domingos, el daba la misa con mucha alegria, y en el sermón siempre nos mantenía muy interesados.
No se porqué me acordé de eso.