“Del Diario de Elizabeth”
(Por Lord Bright)
Hace pocos años que Christopher se ha casado con una estupenda mujer, una belleza dotada de un cuerpo que llama continuamente al erotismo. Los primeros tiempos fueron buenos sexualmente, pero después ella se fue apagando, y dejándole muchas veces excitado.
Elizabeth, como se llama la mujer, se refugiaba en un constante dolor de cabeza a la hora de hacer el amor. Ella es la segunda de tres hermanas, y Desiree, la mayor de ellas se convirtió en su verdadera amiga y confidente.
No tardó mucho en contarle sus problemas sexuales a Desiree, principalmente quería decirle lo poco que le complacía sexualmente su hermana.
- Esto es muy raro, le dijo Desiree, - Elizabeth siempre fue la más cachonda y siempre estaba pensando en el sexo, no pocas veces nos hablaba de sus calientes sueños que tenía por las noches. También era frecuente encontrarla masturbándose.
Las noches eran un verdadero infierno, miraba sus senos, sus muslos, su bonito trasero, y no podía gozar de esas maravillas, como podía hacer para que Elizabeth volviera a ser esa chica caliente que contaba su hermana.
-Tal vez mañana, me duele la cabeza, contestaba a sus pretensiones sexuales.
Desiree le decía que era probable que su hermana continuara prefiriendo la masturbación y los deseos ocultos de sus sueños.
Una noche mientras ella dormía, Christopher encontró un diario personal de Elizabeth, y hojeando las hojas pudo leer lo siguiente:
-" Anoche he tenido un sueño maravilloso, un desconocido entra en mi habitación mientras mi marido no está y me viola violentamente otorgándome infinidad de placer. Me he masturbado varias veces pensando en ello”.
Christopher no podía evitar pensar, en las palabras de Desiree; advirtiéndole sobre esa caliente adicción de Elizabeth. Pensando eso; encontró más abajo del diario otra descripción de otro sueño que decía:
-" He tenido un sueño delicioso, soñaba que llegaba a casa un hombre mayor, yo vestía provocativamente y me sentaba frente a el enseñándole mis braguitas y parte de mis muslos, el hombre se excita y me poseyó violentamente, otorgándome calientes placeres que me han costado deliciosas y solitarias masturbaciones".
Continúa...