Me he separado de lo que amo por una apuesta para mejorar la vida y de mi familia y aunque salió bien, vivo con arrepentimiento por no haber estado con mi papá esos últimos años de su vida, para él no salió bien aunque mi intención era que así fuese.
Pienso que de cierta manera haberme ido contribuyó a su enfermedad, me culpo, esa es la verdad y es lo único del pasado que yo no he podido soltar, lo sigo sosteniendo.