La Telefónica del Perú una vez privatizada por el dictador Fujimori quedó en manos de los españoles y apenas se hicieron cargo despidieron a todos los jefes, supervisores y personal ejecutivo, luego vinieron las cartas de invitación al retiro, los cursos para capacitación que no eran más que pretextos para separar a los empleados por largo tiempo del trabajo. Nos llegaron cartas para firmar nuestras renuncias, el ambiente ya era muy estresante y cada vez nos presionaban psicológicamente en la empresa. Yo firmé y recibí una considerable suma de dinero por 12 años de servicio.