En mi opinión, tanto el comunismo como el socialismo, tal como se han intentado implementar, simplemente no funcionan. La idea de igualar la riqueza y controlar todo desde el Estado suena bien en teoría, pero en la práctica termina siendo un fracaso. Estos sistemas suelen destruir la iniciativa personal y la motivación para superarse, porque si todos reciben lo mismo sin importar el esfuerzo, ¿para qué esforzarse?Además, el control estatal absoluto o muy fuerte se traduce en burocracia pesada, corrupción y falta de eficiencia. Los recursos se malgastan, la innovación se frena, y los ciudadanos terminan atrapados en un sistema que no les da libertad ni oportunidades reales.Históricamente, donde se han implementado, estos sistemas han generado pobreza, escasez y regímenes autoritarios en vez de la igualdad y justicia que prometían.Por eso creo que no funcionan, al menos no en la forma en que se han aplicado. La realidad es que la economía y la sociedad necesitan incentivos claros y respeto por las libertades individuales para prosperar.