La diferencia está en los problemas que generas.
Perseverar para alcanzar una meta, sin afectar tu salud, o tu integridad, o la de los demás, es algo bueno. Puedes trabajar duro, y al final te trae gozo, alegría y satisfacción y respeto de los demás.
La obsesión es... algo que te enferma, daña tu vida y la vida de quienes te rodean...solo trae lágrimas y dolor. Y mucha vergüenza ante los demás.