Claro que sí, porque si uno mismo se odia ,se desprecia, se menosprecia, no valora lo que se tiene. No importa que el mundo nos ame, si nosotros nos odiamos a nosotros mismos.
Si alguien se siente avergonzado, por su aspecto, por su economía por su cuerpo, por su cara...
Eso le deja preso en una cárcel.
La cárcel de la vergüenza y la miseria. De la inseguridad y la baja autoestima.
Cuando en realidad puede ser muy valioso y hermoso.
Y yo me sentía así cuando tenía fobia social, depresión , sentía que no valía nada.
Pero Cristo me enseñó a amarme, y a reconocerme ,como una hija de Dios, muy preciosa ante sus ojos n.n